Unos de los pilares fundamentales para reducir el riesgo de padecer problemas cardiacos es un adecuado plan alimentario. La alimentación debe ser equilibrada, balanceada y fraccionada.
Se indican aqui algunas recomendaciones generales:
- Efectúe 3-4 comidas diarias.
- Utilice en forma balanceada los diferentes grupos de alimentos (lacteos, carnes, almidones, verduras, frutas etc ...)
- Reduzca la ingesta de sal.
- Reduzca la ingesta de azucares.
- Reduzca la ingesta de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y grasas trans.
- Incluya en su alimentación verduras, frutas y pescado.